Juan Díaz:
Viernes a 7 de Mayo comenzó a descubrirse la isla de Yucatán. Este día nos partimos de esta isla llamada Santa Cruz, y pasamos a la isla de Yucatán atravesando quince millas de golfo. Llegando a la costa vimos tres pueblos grandes que estaban separados cerca de dos millas uno de otro, y se veían en ellos muchas casas de piedra y torres muy grandes, y muchas casas de paja. Quisiéramos entrar en estos lugares si el capitán nos lo hubiese permitido; mas habiéndonoslo negado, corrimos el día y la noche por esta costa, y al día siguiente, cerca de ponerse el sol, vimos muy lejos un pueblo o aldea tan grande, que la ciudad de Sevilla no podría parecer mayor ni mejor; y se veía en él una torre muy grande. Por la costa andaban muchos Indios con dos banderas que alzaban y bajaban, haciéndonos señal de que nos acercásemos; pero el capitán no quiso. Este día llegamos hasta una playa que estaba junto a una torre, la más alta que habíamos visto, y se divisaba un pueblo muy grande; por la tierra había muchos ríos. Descubrimos una entrada ancha rodeada de maderos, hecha por pescadores, donde bajó a tierra el capitán; y en toda esta tierra no encontramos por donde seguir costeando ni pasar adelante; por lo cual hicimos vela y tornamos a salir por donde habíamos entrado. Juan Diaz.
Cortés:
Y esta tierra, Muy Poderosos Señores, donde agora en nombre de Vuestras Majestades estamos, tiene cincuenta leguas de costa de la una parte y de la otra deste pueblo. Por la costa de la mar es toda llana de muchos arenales, que en algunas partes duran dos leguas y más. La tierra adentro y fuera de dichos arenales es tierra muy llana y de muy hermosas vegas y riberas en ella, tales y tan hermosas que en toda España no pueden ser mejores ansí de aplacibles a la vista como de frutíveras de cosas que en ellas siembran, y muy aparejadas y convenibles y para andar por ellas y se apacentar toda manera de ganados. Hay en esta tierra todo género de caza y animales y aves conforme a los de nuestra naturaleza, ansí como ciervos, corzos, gamos, lobos, zorros, perdices, palomas, tórtolas de dos y de tres maneras, codornices, liebres, conejos, por manera que en aves y animalias no hay diferencia desta tierra a España. Y hay leones y tigres.
A cinco leguas de la mar por unas partes, y por otras a menos y por otras a más, va una gran cordillera de sierras muy hermosas. Y algunas dellas son en grand manera muy altas, entre las cuales hay una que excede en mucha altura a todas las otras y della se ve y descubre gran parte de la mar y de la tierra, y es tan alta que si el día no es bien claro no se puede devisar ni ver lo alto della porque de la mitad arriba está toda cubierta de nubes. Y algunas veces, cuando hace muy claro día, se ve por cima de las dichas nubes lo alto della, y está tan blanco que lo juzgamos por nieve y aun los naturales de la tierra nos dicen que es nieve, mas porque no lo hemos bien visto (aunque hemos llegado cerca) y por ser esta región tan cálida no nos afirmamos si es nieve.
Referencias:
Cortés, Hernán. Cartas de Relación. (1519-26) Recuperadas de https://freeditorial.com/en/books/cartas-de-relacion
Díaz, Juan. Itinerario de la armada de Rey Católico a la isla de Yucatán (1518). en la India, el año 1518, en la que fue por Comandante y Capitán General Juan de Grijalva. Colección de documentos para la historia de México. Joaquín García Icazbalceta, 1858.Recuperado de http://www.biblioteca.org.ar/libros/154952.pdf