
Punta de las Mujeres
Bernal: : Al anochecer hay borrasca y cada barco por su lado. Un barco se guarece en una bahía. Desembarcan algunos. “Había por allí unas estancias donde había maizales y hacían sal y tenían cuatro cúes que son casas de ídolos y en ellos y en ellos muchas figuras y todas las mas de mujeres y eran altas de cuerpo. Y se puso aquella tierra la Punta de las Mujeres” B48. Cerca estaba el pueblo donde vivía Aguilar. Le dice a Cortés que por allí había algo de oro y “Cortés le dijo riendo que no venia él para tan pocas cosas sino para servir a Dios y a rey”, B48
López de Gómara: Partióse, pues, Francisco Hernández, y con tiempo que no le dejó ir a otro cabo, o con voluntad que llevaba a descubrir, fue a dar consigo en tierra no sabida ni hollada de los nuestros, do hay unas salinas en una punta que llamó de las Mujeres, por haber allí torres de piedra con gradas y capillas cubiertas de madera y paja, en que por gentil orden estaban puestos muchos ídolos que parecían mujeres. Maravilláronse los españoles de ver edificio de piedra, que hasta entonces no se había visto, y que la gente se vistiese tan rica y lucidamente, ca tenían camisetas y mantas de algodón, blancas y de colores, plumajes, cercillos, bronchas y joyas de oro y plata, y las mujeres cubiertas pecho y cabeza.
Cabo Catoche
Se trata del siguiente hito en la ruta de Cortés y fue precisamente la tierra que primero divisó Hernández de Córdoba al mando de 110 soldados.
López de Gómara: No paró allí, (Córdoba) sino fuese a otra punta, que llamó de Cotoche, donde andaban unos pescadores, que de miedo o espanto se retiraron en tierra, y que respondían cotohe, cotohe, que quiere decir casa, pensando que les preguntaban por [76] el lugar para ir allá; de aquí se le quedó este nombre al cabo de aquella tierra. Un poco más adelante hallaron ciertos hombres, que, preguntados cómo se llamaba un gran pueblo allí cerca, dijeron tectetan, tectetan, que vale por no te entiendo. Pensaron los españoles que se llamaba así, y, corrompiendo el vocablo, llamaron siempre Yucatán, y nunca se le caerá tal nombradía